La oferta de soluciones digitales en estos días trae como frente de venta la inclusión de herramientas de colección, ordenamiento y grafico de datos que tienen nombres y acrónimos dignos de una novela de ciencia ficción, tales como business intelligence, BI o power BI e inclusive hoy nos bombardean con la etiqueta de la inteligencia artificial o AI donde también hay conversaciones acerca de inteligencia cognitiva o adaptativa. Algunos incluso hablan de IoT y del Big Machines como un extra en su oferta de servicios y soluciones.
Pero a mi, dueño de una pequeña o mediana empresa, de qué me sirve tanto gráfico tan galáctico y sofisticado?
Crecer o morir es el paradigma actual del entorno empresarial, todos los días nacen nuevas empresas y al mismo tiempo otras tantas mueren. La permanencia reside en la estrategia del empresario director de crecer de formas novedosas y agresivas. Para llegar a este punto tiene que transitar por un proceso de reconocimiento interno donde entiende el detalle de cada uno de los pasos que le da valor a su oferta y que generan el diferenciador ante el cliente al momento de optar por su oferta. Llegando al punto que entiende detalladamente qué sucede en su organización generando una visión integral y contenida que le permite llevarla a un nivel de segregación de actividades, roles, funciones y metas que eventualmente se convierten en iniciativas de automatización y control ejecutivo, lo que brinda mayores oportunidades de crecimiento planeado a la empresa.
Ahora, regresando al título de este artículo, cuando nuestra empresa está en una etapa temprana de automatización ya debe estar generando y guardando datos de alguna manera (no supongamos que es ordenada, lineal o secuencial, simplemente lo hacen y eso es suficiente), entonces ya se puede comenzar a considerar la utilización de datos para generar gráficos que a su vez muestran tendencias, puntos de flexión e inflexión, así como la comparativa de periodos, roles y áreas. Cuando llegamos a este punto, tanto gerentes como directores se vuelven responsables de tomar decisiones informadas puesto que la información no solo está ahí almacenada, sino que ha sido ordenada y graficada para facilitarles la lectura y mostrarles de forma ecuánime la situación actual. Cuando un inversionista, dueño o socio se acerca a la organización siempre pedirá primero ver los informes o reportes antes de hablar con los responsables de las áreas, quienes a su vez buscaran explicar qué significan sus métricos.
En resumen, cuando colectamos datos, los ordenamos de alguna manera y los plasmamos en gráficos tenemos una visibilidad equivalente a una radiografía que nos dice donde nos duele sin que tengamos necesidad de “abrir” para darnos cuenta.
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